Después de salir de Bozburun, el viento se levantó y decidimos cambiar las velas en el yate. Por qué era necesario hacer esto no lo entendí completamente. Muy probablemente debido al hecho de que las otras velas eran un poco más grandes y, en consecuencia, podían desarrollar una mayor velocidad y dado que teníamos una travesía nocturna, se decidió reemplazar las velas. Pero aquí está la mala suerte, las velas más grandes tenían un pequeño agujero :-), que tuvo que ser parcheado. Después de salir de Bozburun, el viento se levantó y decidimos cambiar las velas en el yate. Por qué era necesario hacer esto no lo entendí completamente. Muy probablemente debido al hecho de que las otras velas eran un poco más grandes y, en consecuencia, podían desarrollar una mayor velocidad y dado que teníamos una travesía nocturna, se decidió reemplazar las velas. Pero aquí está la mala suerte, las velas más grandes tenían un pequeño agujero :-), que tuvo que ser parcheado. El capitán lo hizo en pocos minutos. Resulta ser simple. Una aguja más fuerte, un hilo más fuerte, un parche de lona y simplemente coser como podamos :-).
Como podéis ver en la primera foto, las velas ya han sido navegadas más de una vez y nada, normalmente debajo de ellas se puede ir.
¡Adelante a la travesía nocturna y a la ciudad de Bodrum!